México, un país rico en recursos naturales, obtiene el agua
que consume la población de fuentes tales como ríos, arroyos y acuíferos del
subsuelo. Estos acuíferos se recargan de forma natural en época de lluvias.
Sin embargo, la época de lluvias tiene una duración promedio
de cuatro meses lo que propicia una escasa captación. Aunado a esto, del total
de agua captada por lluvias, aproximadamente el 70% se evapora.
La desproporción que existe entre la cantidad de agua que se
capta por escurrimiento y las extensiones territoriales que comprenden aunado a
la corta temporada de lluvias hace que la disponibilidad del agua sea cada vez
menor.
Bajo este panorama México enfrenta actualmente graves
problemas de disponibilidad, desperdicio y contaminación del agua.}
Parte de esta problemática, se enfrenta con la construcción
de la Infraestructura Hidráulica que permite satisfacer de agua a los
diferentes sectores de la población: el agrícola, el industrial, el doméstico y
de servicios y para la generación de energía eléctrica, entre otros.
No obstante existen diferencias territoriales importantes
que son desfavorables.
En el norte del territorio nacional, el agua de lluvia que
se capta por escurrimiento es únicamente el 4% mientras que en el sureste y las
zonas costeras se logra captar el 50% del escurrimiento.
Así, entre otros beneficios de la infraestructura hidráulica
se encuentra la protección a la población y las áreas productivas de
situaciones como las inundaciones, además de aprovechar las zonas con alto
promedio de escurrimientos para la generación de servicios como la energía
eléctrica.
La zona norte del país está constituida por regiones áridas
y las presas tienen la función de captar el agua que se utilizará en la
actividad agrícola.
En la zona sur del país, donde se localizan las regiones
húmedas, las presas tienen como función almacenar el agua para la generación de
la energía eléctrica y el control de avenidas.
Dada la importancia del agua, es nuestro deber utilizarla
adecuada y racionalmente, y así ayudar a nuestro medio ambiente, realizando
algunas pequeñas tareas:
Cierra las llaves mientras te enjabonas, te tallas en el
baño, te afeitas o te cepillas los dientes.
No laves la banqueta, pisos o el coche a "chorro de
manguera", usa solo la necesaria en cubetas.
Reporta cualquier fuga que observes en la calle, vigila los
mecanismos de depósito de sanitarios, tinacos y cisternas, reparando cualquier
fuga.
Revisa periódicamente las paredes de la cisterna y el buen
funcionamiento de la bomba.
Utiliza solamente el agua estrictamente necesaria en el
baño, en el lavado de trastes y en el lavado de ropa.
Al usar la lavadora, usa el máximo de ropa permitido en cada
carga.
No riegues el jardín durante las horas de mayor calor, el
agua se evapora.
Vigila a tus hijos, para que en sus juegos no se bañen a
chorro de agua o a cubetazos.
No utilices el inodoro como cubo de basura.
Utiliza cisternas de WC con dispositivo de descarga
controlada o de bajo volumen. Una forma de reducir el consumo de una cisterna
convencional consiste en introducir en su interior una botella de uno o dos
litros llena de agua.
No olvides explicar estos consejos a los más pequeños de la
casa.
No desperdicies el agua, recuerda siempre la importancia del
vital líquido.
Esto es verdad, se nos acaba el agua, hay que cuidarla
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